sábado, 18 de septiembre de 2010

Un buen comienzo.


Hace un rato, estuve hablando con un amigo sobre las cosas de las que podría hablar en este blog y me dio muy buenas ideas. Una de ellas es hablar sobre los comienzos, siempre existentes en nuestra vida; al nacer, al aprender a hablar, al dar los primeros pasos, al comenzar a estudiar, al conocer a gente nueva cada día, nuestro primer amor, y muchas otras cosas.

Cuando te impulsas a empezar algo nuevo, sientes cosas distintas en cada situación; yo, por ejemplo, al conocer gente nueva, siento los nervios que eso me causa o, al comenzar otro día, me levanto deseosa de saber que haré, con quien estaré en la mañana o qué estaré haciendo por la noche.

Cada paso que das es un nuevo comienzo que no puedes preveer, ya que lo que creas que puede pasar se puede torcer de tal manera que todo sea completamente diferente a lo que imaginaste en un principio.

Puede que por causas del destino, si hubieras escogido un camino diferente, no estarías disfrutando de la vida que llevas o no te hubieras encontrado con alguien con quien querías hablar entre muchas otras cosas que suceden en la vida.

Con todo esto solo quiero decir que todo lo que hacemos tiene su proceso, y el primer paso es comenzarlo para poder seguir adelante con ello, por eso hay que vivir con ganas e ilusión por adelantar otro paso más.